miércoles, 5 de agosto de 2020

VIVIENDA UNIFAMILIAR EN EL TABLERO


La parcela afectada por el proyecto 
tiene una superficie de 238,00 m² y presenta una forma rectangular con chaflán en una de sus esquinas. Se sitúa en una urbanización con tipología de viviendas adosadas en el sur de Gran Canaria, cuya normativa urbanística da como resultado un volumen muy ajustado por los parámetros que lo delimitan, no solamente en lo referente a los retranqueos, sino también al nivel de la edificación, que debe situarse a 1,5 m respecto del nivel medio de la rasante, altura de la cumbrera, pendiente de las cubiertas (35%), etc. 

El programa de necesidades que se recibe por parte de la propiedad se establece a partir de la adecuación de su uso como vivienda unifamiliar, desarrollada en dos plantas sobre rasante y una planta semisótano, con acceso rodado independiente, con un esquema básico de usos diurnos en el nivel inferior y nocturnos en el superior. 



La solución final de la vivienda se apoya básicamente en tres planteamientos iniciales de proyecto que se afrontan de manera conjunta e interdependientes. El primero de ellos se refiere la definición de una forma 'elemental' de la vivienda, casi básica, condicionada por las restricciones volumétricas de la ordenanza urbanística, utilizando líneas sencillas y continuas, así como un tratamiento global de todas las fachadas, incluso de la medianera. 

En segundo lugar, crear condiciones ambientales de confort a partir de soluciones formales y constructivas, ya que la ubicación de la edificación en la parcela viene establecida por el propio planeamiento de una manera un tanto rígida. En este sentido, la orientación sureste ofrece las mejores cualidades de soleamiento para situar en ella los espacios principales de la edificación, tanto exteriores como interiores, sin presencia de edificaciones próximas. La disposición de huecos en esta fachada y la opuesta permite una ventilación cruzada de los espacios interiores, con dirección norte-sur cercana a los vientos habituales en la zona, favoreciendo las condiciones de habitabilidad. Es por ello que se adopta una disposición en planta en forma de 'U', aprovechando la pequeña diferencia entre la superficie del volumen ordenancista y la superficie máxima de ocupación, creando, a su vez, zonas soleadas y en sombra que aportan diversidad a los espacios libres de la parcela.


Por último, incorporar  relaciones de continuidad entre las estancias interiores de la vivienda en planta baja y las zonas libres de la parcela, ofreciendo así variedad en la posibilidad de utilización y disfrute de los espacios generados. Para ello se opta por elevar a la cota de la planta baja, determinada por el planeamiento, el nivel de la mayor parte del espacio libre de la parcela, salvo aquellos puntos donde se produce la entrada de vehículos y el acceso peatonal desde la vía pública. Para no perder privacidad, en la parte interior del cerramiento de la parcela se dispone una franja de jardín colindante y se incorpora un espacio a modo de 'patio' abierto o cerrado según las necesidades de los residentes.