lunes, 29 de diciembre de 2008

LUCES, SOMBRAS, REFLEJOS.


En la isla de El Hierro, durante unas vacaciones, transitaba con frecuencia por una carretera que atravesaba un pinar recientemente incendiado, siempre con la misma sensación de desazón y disgusto ante el paisaje que se me mostraba. Sin embargo, una de las veces en que la niebla cubrió el territorio, la impresión era la de encontrate en un lugar completamente singular y con valores diferentes.


Tras dos gélidos y brumosos días de enero en Venecia, por fín apareció el sol al tercero, donde ocupamos las primeras horas de la mañana visitando el mercado de la ciudad. En ese momento del día la calidez se prolongaba hasta una fría galería de la plaza de San Giacomo de Rialto.


Uno de los aspectos a los que intento prestar mayor atención en las ideas preliminares de un proyecto,se refiere a la definición los espacios como elementos iluminados y capaces de reflejar la luz a su vez en otros elementos, tanto de manera natural como artificial, recurriendo en este último caso a la iluminación funcional del edificio. Una de las cualidades más interesantes de la luz natural es su constante variabilidad, aportando diferentes lecturas de un mismo objeto. En las propuestas y soluciones que aquí se presentan se han manejado, entre otros, estos conceptos.